Blogger Traveller julio: edificios singulares en Mérida

    Mérida es una ciudad pequeña que, por desgracia, no ofrece demasiados servicios. Sólo contamos con un cine, que no trae demasiadas películas, no tenemos centro comercial ni nada que se le parezca, por más que los comerciantes del centro quieran llamar “Centro Comercial Abierto” a lo que son las tiendas en las calles, no hay demasiados parques y, por supuesto, no hay muchas cosas que hacer con niños (cuesta una auténtica barbaridad encontrar un baño con cambiador para bebés – yo sólo he visto uno y en una tercera planta, sin ascensor, por supuesto)

    A cambio de eso no tenemos contaminación, llegas de un punto a otro de la ciudad en 10 minutos como máximo (en coche, claro) y se come de maravilla.

    Pero eso no es lo único bueno que tenemos. Lo mejor de Mérida son sin duda sus ruinas romanas. Y lo que más me gusta de ellas es que no están encerradas en un recinto, sino que te las vas “encontrando” por la calle, algunas de ellas en la misma calle, sin necesidad de pagar entrada para verlas.

    También hay otros edificios singulares, aunque no sean tan antiguos, como el “Palacio de la China”, que está en la Plaza de España, el Puente Lusitania, el Museo de Arte Romano de Mérida, el edificio que ocupa el Hotel Merida Palace, el Museo Arqueológico de Arte Visigodo, la Ermita de Nuestra Señora de la Antigua o el colegio Trajano, donde yo estudié.

    Mi “ruina” favorita es el Templo de Diana, aunque con el “arreglo” que le han hecho para mí ha perdido bastante. Lo es porque está en la calle y la puedes ver. 

De arriba a abajo, y de izquierda a derecha: 1. Casa Mitreo 2. Alcazaba 3 y 4. Anfiteatro 5. Circo Romano 6. Acueducto S. Lázaro 7. Ermita Ntra. Sra. Antigua 8. Lusitania tras Puente Romano 9. Acueducto los Milagros 10. Templo Diana 11. MNAR 12. Museo Visigodo 13. Palacio de la China 14 y 15. Hotel Mérida Palace 16. Colegio Trajano. Foto Central: paso del Teatro al Anfiteatro Romano.

     Pero sin duda, la joya de la corona de Emérita Augusta es el Teatro Romano. Es absolutamente espectacular, impresionante, magnífico. Y más en esta época del año, cuando está perfectamente engalanado para celebrar, como cada año el Festival de Teatro Clásico de Mérida, que este año va ya por la 59 Edición. 

    Sólo por eso merece la pena visitar nuestra ciudad. Os aconsejo dedicarle varios días, al menos dos, porque hay mucho que ver y mucho que comer. Además, los emeritenses somos la mar de simpáticos.
    Ups, perdón, que con eso de publicar en el día concreto se me había pasado añadir el link, por si os queréis apuntar a esta iniciativa tan original de Paty Melocotón o por si queréis ver otros edificos singulares.