Ya lo sé “simbiotización” no existe, pero sólo porque no hay
muchas madres en la RAE, porque si las hubiese, este término se habría acuñado
hace ya mucho tiempo.
Tengo una amiga con una niña de 4 años que me decía, cuando
la peque sólo tenía unos meses, que todas las enfermedades que cogía la niña se
las pegaba a ella, algo que no le pasaba con los adultos, como por ejemplo, con su
marido.
Yo no le creía demasiado, suponía que habría otra
explicación, o que sería casualidad, pero como otras muchas veces me ha pasado
desde que soy madre, me he tenido que tragar mis palabras.
Churri y yo llevamos conviviendo muchos años (él lleva la
cuenta mejor que yo), y raro era que nos contagiásemos un triste resfriado.
Lo mismo ocurría antes en casa de mis
padres, cada uno pasaba sus males por su cuenta, sin tener nada que ver con los demás.
Pero fue llegar a casa Peque y la cosa cambió. Si Peque se
resfría, ya sé yo lo que me va a ocurrir
a mí. Lo mismo si tiene gastroenteritis, o si se estriñe, o lo que sea. Y no sólo eso, sino que pasamos por las mismas fases. Toses,
mocos, fiebre, dolor de garganta, diarrea, etc.
Tras varios episodios del estilo he llegado a una
conclusión, la simbiotización tiene un sentido, no sólo fastidiar al adulto que
la sufre. Su función es que entendamos a los niños. A las #malasmadres como yo
el sentido común no siempre nos funciona bien y hay veces que, por más que
observe a Peque, no entiendo lo que quiere decir o qué muestran las señales que intenta mandarme.
Pero si sufro exactamente su misma enfermedad, con los mismos síntomas, es bastante más fácil saber cómo
se encuentra y qué necesita.
Así que, por ese lado, aunque lleve en este otoño más
resfriados que en un año, en parte agradezco esa simbiotización que tenemos.
Sólo espero que, una vez que Peque domine completamente el
vocabulario y sepa ya expresarme de forma oral los males que está sufriendo,
ése sea suficiente motivo para que no me pegue absolutamente todos y cada uno
de los virus que pasan por su pequeño cuerpecito (y que en el mío parecen hacer bastante más efecto).
Y a vosotros ¿os pasa lo mismo que a mí? ¿habéis encontrado solución al problema?
no sé si la ciencia biológica te permita cambiar sus palabras y conceptos, pero la maternidad sí! buena interpretación :D
ResponderEliminarDi que sí, las madres tenemos poder para eso y para mucho más, jejeje.
EliminarY tanto que me pasa... y al padre de familia nada de nada. Pero no he dado con la solución, asi que si alguien te cuenta el secreto avisa por favor porque me vendria de perlas -ademas con el comienzo de guarderia, junto con el embarazo que no puedes tomar casi nada, esta siendo de traca...- Un beso!
ResponderEliminarUff, es verdad, embarazada es aún peor, yo por lo menos puedo "drogarme". ánimo guapa, y no te preocupes, que si alguien me cuenta el secreto, te lo paso.
EliminarMadremia...pobrecita!! Supongo que estarás más baja de defensas y por eso te pega todo: zumo de naranja, miel, mucha fruta y verdura, y bueno quizás algo de homeopatía a modo de defensas te ayude. El año pasado, primero de la guardería de Paula, ella no cogió muchas cosas, pero siempre estaba con mocos..Eso si los virus se los traía todos a su padre aunque ella no los pasase, y si los pasaba los suyo era más light..pero el padre, pobretico lo pillo TODO TODO!! Animo y besos!!
ResponderEliminarEs verdad, parece que a ellos les afecta menos ¿a qué sí? Ya había pensado lo de las vitaminas, creo que lo haré.
EliminarUn besazo.
Hija mía, cuanta razón, y por qué será que no les da por extenderlo al lado paterno??? Qué necesidad hay de ponernos malas, si yo siento ya empatía por la pobre cuando la veo malita XD XD
ResponderEliminarAnimo y mucha naranja para esos resfriados jejeje!!!
Besos