26 de octubre de 2015

El Cole de Mayores II: horario de adaptación

     Que cada día tenemos más "tonterías" con nuestros hijos es algo sabido por todos. Tanto por facebook, como por correo electrónico como por whatsapp circulan correos donde comparan las medidas de seguridad de nuestra infancia con la de nuestros hijos y a todos nos hacen reir. Íbamos por la vida sin coderas ni cascos, jugando con tirachinas y piedras, saltando por barrancos y demás, y nadie se echaba las manos a la cabeza por eso.
     Pero no sólo teníamos menos preocupaciones respecto a nuestro bienestar físico, también con el psicológico. Lo de "trauma infantil" no lo he escuchado hasta bien mayor, la verdad. Y creo que gracias a eso no recuerdo ningún trauma infantil mío.
     El caso es que ahora tenemos mucho cuidado de que nada de lo que hagamos pueda pasarle factura a la mente de nuestros hijos pasados unos años, así que vamos con pies de plomo, y claro, entrar en el colegio puede crear un trauma muy grande, así que les ponemos un horario de adaptación para que el golpe no sea tan duro.
     Peque ha estado en dos guarderías, en una le hicieron horario de adaptación y en la otra no. En la segunda me dijeron que no lo hacían porque si recogíamos al niño antes iríamos precisamente en el momento en el que él se empezase a encontrar bien y que, además se acostumbraría a que fuésemos a las 2 horas y, en el momento en el que le dejásemos 4, empezaría a llorar cuando no nos viese llegar a la hora a la que estaba acostumbrado, y tendrían que hacer una segunda adaptación. Resultado, en la primera guardería estuvo llorando todo el curso, desde el primer hasta el último día y en la segunda dejó de llorar la primera semana. En la segunda guardería se "curraron" la adapción del niño y en la primera no, y los resultados se vieron enseguida.
     Más allá del debate de horario de adaptación sí o no, vamos a cómo lo gestionan aquí. Nada más y nada menos que dos semanas, enteritas, con horario de adaptación. De lunes a viernes y de lunes a viernes, sí señor. Esto significa que los padres de todos esos niños nos las tenemos que ingeniar para llevar a nuestros hijos al colegio. En nuestro caso la solución ha sido pedirme las vacaciones esas dos semanas, pero hay gente que no puede, y que tampoco cuenta con familia que le pueda ayudar.
     Si eso me asegurase que la adaptación de los niños se diese sin problemas, tendría un pase, pero quiero ver yo al niño al que le cueste adaptarse (como es el caso de mi hijo), cuando pase de estar allí 2 horas al día a estar 5 más la de comedor. Se traducirá en que tendremos dos semanas con horario de adaptación y al menos otra en la que nos costará adaptarnos a que pase 6 horas allí en lugar de sólo 2.
     La adaptación de Peque al colegio es algo que me preocupa mucho, porque le cuestan mucho los cambios y lo de sociabilizar con amigos nuevos le lleva un tiempo, pero no creo que estar 2 semanas acudiendo sólo dos horas al centro le vaya a ayudar. Lo importante sería que su profesor trabajase esa adaptación, con todos los niños, durante toda la mañana.


Edito: Esta entrada la tenía preparada hace casi un mes, pero con el caos de vida que llevo, todavía no lo había publicado. En parte me viene bien porque ahora puedo asegurar categóricamente que el horario de adaptación es un completo atraso. Durante los días que Peque ha estado yendo a clase sólo unas horas era un suplicio, sin embargo, desde que empezó la jornada completa ha ido mucho mejor. Le cuesta integrarse al principio, y en una hora y media no le da tiempo a participar en la clase. Sin embargo, al estar 5 horas, le da tiempo a observar y a querer participar en las actividades.