13 de agosto de 2015

Cosas que te gustará (o no) saber si vas a ser madre pronto

     El otro día una amiga que está embarazada nos preguntó, a algunas que ya somos madres “¿por qué ninguna me había dicho que te pasas toda la cuarentena sangrando?” No pude más que reírme, aunque entiendo que a ella no le hiciese ni pizca de gracia. El caso es que caí en que, es cierto, hay muchas cosas que la gente no te cuenta cuando vas a ser madre por primera vez. Todo el mundo te habla de los “antojos” de la cantidad inmensa de horas que duró su parto y lo doloroso que fue y todas te dicen “duerme ahora que puedes”. Pero la verdad es que lo interesante, lo que de verdad importa, la realidad cotidiana con la que te vas a encontrar después de tener a tu hijo, no te la cuentan tanto.
     Aquí voy a contar alguna de ellas. Si estás embarazada por primera vez igual te interesa saberlas, aunque también puede ser que prefieres llegar a ese día sin saber demasiado. Tampoco es mala opción, al principio algunas cosas pueden ser un “shock”, pero al menos no habrás estado el tiempo que te quede hasta la FPP pensando en lo que te viene por delante ;P

Imagen de Maitena de aquí

-         Cuarentena: Durante 40 días estarás manchando. Aunque esto no es matemático, por supuesto, hay mujeres que sólo lo hacen 20 día, otras, como yo, les dura incluso 50. Pero tienes que hacerte a la idea de que vas a “limpiarte” y que lleva su tiempo. Tendrás que usar compresas tocológicas especiales, de celulosa, mucho más incómodas que las “fina y segura” que usas cuando tienes la regla, y no se deben usar tampones. Un coñazo, vamos.
-         Hemorroides: pueden salirte durante el embarazo o a raíz del parto, o ser de las afortunadas a las que no les salen, pero si no es así, bienvenida al club. Si te salen durante el embarazo o si estás dando el pecho no podrás usar la crema que anuncian para no “sufrir en silencio”. Un par de marcas que funcionan bastante bien son “Ruscus Llorens” o “Cohartal Rectal”, aunque son menos efectivas que la amarilla, claro está. Otros trucos para bajar la inflamación son congelar uvas de las más gordas o un guante de látex relleno de agua. La uva se aplica directamente, sacada del congelador, en la zona a tratar. Desmadreando lo explica mucho mejor que yo. Si usas el guante, una vez congelado, partimos los dedos con un cuchillo, e introducimos, agarrando bien el látex, para que no se quede dentro, ya me entendéis. No lo pongáis mucho tiempo, que puede quemar. Eso y evitar grasas y comidas picantes y abusar mucho de la fibra.
-         Entuertos y Loquios: Palabros que probablemente no has oído nunca. Son contracciones que tiene el útero para “volver a su sitio” y coágulos que tienes que ir eliminando. Son molestos, algo dolorosos, pero no demasiado. Si das el pecho es probable que los notes más cuando tu hijo esté mamando porque la lactancia ayuda al útero a contraerse. Pero no te asustes, no duran toda la cuarentena, tan sólo unos días.
-      Incontinencia urinaria: sí hija sí, puede durar sólo unos días o ser tu compañera para siempre. Lo mejor para evitar eso es hacer los famosos ejercicios de Kegel o usar unas bolas chinas.
-         Tu cuerpo: puede volver a ser el mismo de antes, sin duda (yo todavía no lo he conseguido, pero es que tampoco he puesto mucho de mi parte, la verdad), pero no vas a salir del hospital con la barriga plana, por mucha talla 34 que tuvieses antes de quedarte embarazada. Si eras delgada y no has hecho abusos durante el embarazo todo volverá a su sitio con el tiempo, pero si ya tenías curvas antes o has aprovechado la situación para hacer ciertos excesos que nunca te has permitido, te tocará trabajar para tener tu cuerpo anterior.
-         Caída del pelo: no les pasa a todas, pero es bastante normal que se caiga el pelo, y mucho. No te preocupes, no te vas a quedar calva, es pelo que no se te ha caído durante el embarazo y que ahora se pierde de golpe.
-         Cólicos del lactante: Ni el bebé va a tener colitis ni tiene piedras. No sé muy bien a qué se debe el nombre, pero sí sé, por experiencia, que es algo que sufren algunos bebés, aunque no se sabe muy bien el motivo, que lo suelen padecer más los que toman biberón que los de lactancia materna y que viene durando unos tres meses. No hay nada que lo cure aunque puedes probar con Colikind, Aero Red (para bebés) y Entero-silicona, o con infusiones especiales para los gases y las digestiones (antes de probar cualquiera de ellos, habla con tu pediatra o tu farmacéutico). En cualquier caso, nada les clama más que les cojas en brazos y les pasees meciéndoles. Lo siento, pero es así. De un día para otro desparecerán y al cabo de los años igual hasta te ríes al recordarlo.
-         Las niñas mean hacia delante, los niños, hacia arriba (o a cualquier sitio): me explico, llega la hora de cambiarle – bien porque ya ha terminado la toma o bien porque tiene “premio” – preparas el cambiador, las toallitas, el agua, la esponja, la crema, el pañal limpio, .... Pones al bebé en el cambiador, le quitas la ropa y el pañal sucio, y de repente, un chorro. Si es niña irá hacia delante. Con un poco de suerte todavía no le habrás quitado el pañal del todo así que, si tienes buenos reflejos se lo volverás a poner por encima y cosa solucionada. Si es chico, la cosa es más complicada. Meará para arriba, o para cualquier lado, y es bastante probable que se manche él, que te manche a ti, o cualquier cosa que esté en un radio de un metro.
-         Cuidado con las cacas explosivas: Lo mismo que lo anterior puede ocurrir con la caca. Mientras sólo toman leche las cacas son líquidas, así que puedes llevarte una enorme sorpresa, y no muy grata, cuando veas el chorro a propulsión. La que explica esto fenomenal, con ilustración muy divertida incluida, es la Madre Novata.
Imagen de Maitena de aquí
-         La lactancia es difícil: quizá tengas suerte y seas una de esas madres a las que les sube enseguida la leche, que el bebé se engancha a la perfección, no te hace daño al mamar y se alimenta sobradamente y en un momento. Pero si la leche tarda en subirte, el bebé no se agarra bien, tienes grietas o mastitis, no tienes idea si come lo suficiente o no o estás todo el día con el niño al pecho, no desesperes, es lo normal. Si las dudas son grandes y te preocupan, pide ayuda. Hay doulas y asesoras de lactancia, aunque no en todas partes. También puedes acudir a tu matrona, a tu pediatra (si es de los que se interesan en la lactancia materna, si no, mejor ni le preguntes), o a otras madres que conozcas, por ejemplo. En cualquier caso, lo más importante de todo es que la decisión que tomes la hagas con total seguridad y nunca te sientas culpable.

     Y no voy a enrollarme más, porque ya ha quedado bastante largo este post y porque, si no estás embarazada, se te van a quitar las ganas de estarlo. Eso sí, aquí sólo he contado cosas malas porque son cosas de las que nadie habla a las primerizas y que les pueden suponer una sorpresa desagradable llegado el momento. Pero os aseguro que la maternidad es mucho más que esto y que, sin duda, merece la pena. De lo contrario, ninguna mujer repetiría.
Imagen de Maitena de aquí
     Espero que este post sirva para aclarar algunas dudas. Si os queda alguna en el tintero no dudéis en preguntar, si sé la respuesta la compartiré gustosamente. Y si ya has sido madre y se te ocurre alguna cosa que añadir, no te cortes, cualquier ayuda es poca.

10 comentarios:

  1. Ay, Dior, ¡suena terrorífico! Jajajajajajaja.

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    1. Bueno, no lo es tanto, es más, creo que sabiéndolo de antemano, es incluso menos malo, jejejeje.

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  2. Bueno....yo voy a desdramatizar un poco porque a mi me hicieron cesárea y no tuve ni la mitad de esas cosas, así que, digamos que cada señora es un mundo. Desde luego que hay mil cosas que no te cuentan y que te dejan cataplof cuando te enfrentas a ellas, pero como bien dices....hay un millón que merecen la pena, y que probablemente tampoco te cuenten porque serán TUS experiencias, cada una las suyas.
    Yo si he vivido el cambio en el cuerpo, y después de cuatro años ahí sigue la barriga esa que parece que sigo preñada de cuatro meses y medio....y lo que peor llevé sin duda, son los cólicos ayyyyyy!!!!! eso si, en mi caso (o en el de Nenúfar mejor dicho) duraron solo mes y medio y....santo Colikid!!!!!!!!!! también tengo que decir, que con esta pequeña terrorista del sueño, no valía ni con tenerla en brazos. Recuerdo con verdadero terror las noches sin parar de llorar y mi marido pasillo parriba pasillo pabajo.....

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    1. Yo he tenido dos partos naturales hablando con amigas hemos llegado a la conclusión que una cesárea bien hecha puede no ser tan mala cosa, la verdad, jajajaja.
      Desde luego cada parto es un mundo y hay un montón de cosas buenas que superan a las malas, pero creo que si las sabes de antemano, ayudan. Mi segundo postparto fue peor que el primero, pero al saber a lo que me enfrentaba, lo llevé mucho mejor.
      Besazos.

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  3. todo muy cierto. lo de la lactancia sobre todo, a ver si se cae el mito ese de que es ponerse al nene al pecho y listo. de eso nada, y si hay que pedir ayuda, se pide.
    a pesar de todo esto, me gustaría añadir que a mí me gusta más mi cuerpo después de tener a victor. no es que antes estuviera mal, pero ahora me encuentro mejor en él y eso que está en bastante peor forma.
    un beso

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    1. Me alegra mucho que te guste tu cuerpo, a mí nunca me ha convencido el mío, pero después de los dos embarazos y los dos partos (y de no cuidarme mucho, todo hay que reconocerlo), no me gusta nada. Espero que con el inicio del curso escolar y las nuevas rutinas pueda encontrar un hueco para dedicarlo a ponerme en forma.
      Besazos.

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  4. Yo creo que, cuando me quede embarazada, estaré curada de espanto.
    Mi hermana se ha encargado de contarme todos los detalles, y mi madre nunca se ha callado tampoco. He de decir que yo también he sido muy curiosa toda la vida, he nacido queriendo ser madre y siempre que he podido he preguntado.
    Lo que más gracia me hizo, tras el parto de mi primer sobrino, es que mi hermana se puso a decir a todas las madres que la rodeaban que eran unas malas pécoras porque le habían dicho que el parto sólo dolía un poquito. Que la habían mentido. Y todas confesando que sí, que es verdad, pero que no querían asustarla.
    Obviamente hay cosas que no sabía, como lo de sangrar o las hemorroides ¡qué horror!

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    1. Hay cosas que no se dicen por no asustar, otras por pudor, otras porque estás centrada en otras cosas, ... En cualquier caso, lo más importante es que el dolor de parto se pasa y el resto de "molestias" también. Además, al mirarle la carita al bebé que tienes en brazos todos esos problemas se olvidan.
      Besos.

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  5. como bien dices... bendita amnesia maternal, sin ella se habría acabado la humanidad x)

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