Siempre tuve claro que, si me quedaba embarazada, no lo utilizaría de excusa para comer o que quisiera cuando quisiera. No es que sea una chica gorda, pero siempre he tenido tendencia a engordar y he tenido que controlar bastante la comida. Vamos, que todos los años hago "operación bikini", y si hay boda de por medio "operación boda exprés".
Así que, desde que me enteré que
estaba embarazada lo de cuidarme fue algo primordial, tanto por el buen
desarrollo del bebé, como por mi bienestar y mi físico. Además, en la primera
analítica me diagnosticaron problemas de tiroides, así que la alimentación se
convirtió en algo muy importante.
Soy bastante “tiquismiquis” con la comida. No me gusta ni el pescado ni la verdura, pero se convirtieron en habituales en mi menú. Comía ensaladas casi todos los días y también era común comer calabacín a la plancha, lasaña de berenjenas y algún que otro revuelto de espárragos trigueros. Dos veces por semana comía pescado a la plancha, eso sí, atún y sepia, para más no daba.
Soy bastante “tiquismiquis” con la comida. No me gusta ni el pescado ni la verdura, pero se convirtieron en habituales en mi menú. Comía ensaladas casi todos los días y también era común comer calabacín a la plancha, lasaña de berenjenas y algún que otro revuelto de espárragos trigueros. Dos veces por semana comía pescado a la plancha, eso sí, atún y sepia, para más no daba.
También aumenté el consumo de
fruta y de lácteos, pero eso no me costó nada. Solía comer 5 ó 6 veces al día,
porque me encontraba llena, y lo que hacía era comer varias veces, pero menos
cantidad.
Además de eso, practicaba mucho
ejercicio. Salía a andar casi todos los días, 1 hora de media, y siempre a buen
paso. Aquí tengo que agradecer enormemente la ayuda que me prestó mi churri. El
pobre salía todos los días conmigo. Y no sólo eso, casi siempre era él el que
me obligaba a salir, porque yo siempre tenía una excusa. Por otro lado, salir a
andar acompañada es mucho más ameno que salir sola.
Aparte de andar, seguí
practicando el ejercicio que venía haciendo hasta el momento, porque el
ginecólogo me dijo que no había ningún inconveniente, de hecho, me venía bien
para la espalda. Se trataba de Danza Oriental Contemporánea, que hacía 2 horas
a la semana. También me apunté a Pilates, otra horita a la semana, en el mismo
centro (http://lakabilia.blogspot.com.es/)
En el último trimestre vieron
que tenía las transaminasas muy altas. De momento eliminaron por completo las
grasas de mi dieta (no os podéis imaginar la cantidad de comida que tiene
grasas ¡¡¡incluso las galletas integrales!!!). Al cabo de mes o mes y medio me
pasaron a Alto Riesgo, por si esos valores podían afectar al desarrollo del
bebé o a la evolución de mi embarazo. Dependiendo del ginecólogo que me viera,
la opinión era una u otra. Según algunos, si seguían subiéndome las dichosas “transis”,
tendrían que provocarme el parto, otros decían que no tenían mucha importancia.
El caso es que todos me aconsejaron eliminar las grasas y llevar una vida
tranquila. Dejé las clases, pero seguí con los paseos, aunque a un ritmo más
tranquilo.
Finalmente mi peque nació cuando
le tocaba (en realidad 18 días antes, pero sin que me provocaran el parto) y
resulta que lo de las transaminasas era porque estaba apretándome el hígado y
no depuraba bien las grasas. Me hice una analítica poco después del parto y ya
tenía unos niveles normales.
Además del ejercicio y la dieta,
cuidé mucho la piel, para que no quedasen rastros inadecuados del embarazo. Os
lo resumo brevemente:
DUCRAY
MELASCREEN ECLAT. Protección 40. Yo soy muy morena y no me hecho mucha
protección en la cara, porque nunca me quemo, pero me preocupaba que me
salieran manchas en la cara.
No sólo
no me salió ninguna, sino que tenía la piel mejor que nunca, incluso se me
quitaron algunos granitos que tenía “perennes” antes del embarazo.
Debería haber seguido usándola, pero la verdad es
que es un poco cara, aunque si se me pone la piel peor, no dudaré en recurrir a
ella.Para la ducha diaria comencé a usar jabones suaves, para que no fuesen agresivos con la piel. Los que más usé fueron el de DELIPLUS (Mercadona) y el de DENENES.
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TROFOLASTÍN
ELASTICITY CUIDADO DEL PEZÓN.
Comencé
a usarla más o menos a partir del 6º mes de embarazo, para prevenir las estrías
y las grietas. El olor era mejor que la de la crema anti-estrías, y de todas
formas no tenía que usar mucha cantidad.
De esta no necesité usarla con la lactancia, pero
eso sí que merece mención aparte. 
La
única pega era el olor, y eso que ponía “nuevo aroma”, pero a mí no me gustaba
nada de nada. Así que cambié a la de ISDIN.
Debería haberme seguido dando después del parto,
porque al ir perdiendo barriga sí que me ha parecido alguna marca, pero eso
merece un post
VELASTISA
ANTIESTRÍAS ISDIN
Con mucho mejor olor que la Trofolastín y más
fluida. Me embadurnaba con ella y me parece que voy a tener que seguir
haciéndolo, pero como ya he dicho, eso merece un post aparte.
ACEITE
ALMENDRAS DULCES DELIPLUS.
A diario, después de la ducha, en la barriga, las
caderas, las nalgas y los pechos. Lo dicho, ninguna estría durante el embarazo.
Y lo también dicho, tendría que haber seguido después de tener a mi peque, pero
eso en otro post.
Muy buena la información que aportas porque dentro de un mes voy a dar a luz a dos gemelos y la verdad es que no quiero sufrir más de la cuenta
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